lunes, 8 de agosto de 2011

El factor humano y nuestas emociones en el proceso de diseño


El proceso de diseño de productos involucra muchas consideraciones que transcienden lo meramente funcional y técnico para involucrar aspectos humanos, motivacionales, de gusto y placer. Está demostrado, como lo propone Maslow, que los usuarios finales de los productos desarrollan ciertos niveles de satisfacción. En principio, las personas ven en los productos una herramienta que cumple con cierta funcionalidad para la que fueron hechos. Una vez el usuario ve cumplida la funcionalidad, comienza a interactuar con el producto, y cambia a una visión de objeto viviente. La facilidad de uso es una condición esencial para el tercer nivel de satisfacción: el placer, el gusto por interactuar con el producto. La facilidad de uso involucra aspectos que van más allá de tomar en cuenta elementos cognitivos y físicos o el ambiente de uso, se requiere una interacción holística entre las personas y los productos.

La importancia del entendimiento del diseño basado en emociones y el diseño de productos placenteros usando el marco de fisico, socio, ideo y psico-placeres está en la posibilidad de ajustar las ideas del diseñador con aquellas del usuario final para lograr productos que no solo cumplan con los requerimientos del sistema sino que además generen una sensación de satisfacción al emplearlos.

Existe un problema latente con la creación de productos tecnológicos y de software, y es que la adición de funcionalidad y posibilidades de personalización hacen que la complejidad en los sistemas vaya incrementando y esto genera pérdida de usabilidad. Es importante reconocer que para que un sistema sea exitoso no solo debe cumplir con los requerimientos funcionales especificados, sino que también debe adaptarse a una serie de factores humanos que están ligados a sus emociones, por lo cual los sistemas deben generar valores agregados a los usuarios finales que puedan llenar su nivel reflexivo y facilitar las tareas cotidianas de su trabajo (nivel de comportamiento). Es ahí donde empiezan los problemas, ya que se debe lograr una distribución natural del sistema cumpliendo con el factor de usabilidad y a la vez satisfacer todas las especificaciones necesarias. Las decisiones de diseño que marcan el éxito en estos casos deben ser innovadoras y creativas para superar los inconvenientes aquí manifestados, y lograr colocar toda la funcionalidad necesaria de manera natural para el usuario final.

La tarea es aún más complicada cuando se considera que el diseño también depende de los factores humanos ligados al equipo de desarrollo. Es por eso que el manejo del personal encargado de la creación del diseño de nuevos sistemas es una parte importante en el desarrollo de sistemas que logren adaptarse a las necesidades de los usuarios finales, más aun cuando los ingenieros tienden a guiarse por tecnicismos y no las necesidades reales de los usuarios. Por ello la creación de prototipos funcionales en etapas tempranas del proceso de desarrollo y la observación del uso que hacen los usuarios finales son fundamentales para lograr un diseño que realmente logre, no solamente cumplir los requerimientos, sino cautivar las emociones de los usuarios finales.

¿Cuál es nuestro desafío como diseñadores y arquitectos en soluciones de Software?

Cada día las necesidades del usuario se ven enfocadas hacia el desarrollo de soluciones amigables y cuya utilización sea muy intuitiva y natural.  Un producto de Software ya no puede ser diseñado pensando en que los usuarios se adapten a él sino que es el producto quien debe hablar y adaptarse al lenguaje de los usuarios.   

Este principio plantea una gran oportunidad de negocio y a su vez un reto para las empresas desarrolladoras que deseen continuar con gran presencia en el mercado, pues el Software tendrá que evolucionar de interfaces de usuario planas y con muchos comandos hacia programas netamente interactivos y de uso natural e intuitivo que promuevan además la utilización de las herramientas informáticas pues las exigencias y expectativas del usuario final exigirán no solo el cumplimiento de un conjunto de requerimientos funcionales sino también de plataformas netamente interactivas y que transmitan confianza y seguridad en cada uno de los procesos para los que son utilizadas.
Ante ese escenario podríamos plantearnos interrogantes como: 
  • ¿Están las empresas de desarrollo de Software listas para enfrentar estos nuevos desafíos?  
  • ¿Está la industria del desarrollo de Software lo suficiente madura, para dar por hecho que puede cumplir con todos los requerimientos funcionales de los productos y enfocarse en la interactivad y facilidad de uso para el usuario?
  • ¿Están siendo preparados los nuevos profesionales para enfrentar estos nuevos retos?
  • ¿Hasta que punto pueden elevarse los costos de producción de Software si ahora debe ser construido girando alrededor de componentes mucho más interactivos?
  • ¿Desaparecerán del mercado aquellas soluciones planas y de uso complejo para el usuario?
  • ¿Qué está haciendo cada uno de nosotros para pensar nuestros diseños y soluciones en función del usuario final y no solamente para satisfacer requerimientos técnicos y de negocio?


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